La coexistencia armoniosa con la naturaleza  puede repletar el espíritu de forma más grandiosa que cualquier logro, dependiendo imagino de la sensibilidad de cada ser y de su relación con su entorno, tarea más difícil cuanto mayor es el hermetismo mental o emocional o cuan desligado esté el individuo de sus raíces primordiales. Los animales no necesitan pararse a pensar, sentir es su principal forma de comunicación y comprensión del todo, en el que las nubes grises del alma escapan cuando un ser humano logra esa conexión.

Obra perteneciente a la serie «Alteraciones», compuesta por piezas emparejadas que muestran el antes, la naturaleza en su estado puro y equilibrado que nos ofrece beneficios si coexistimos con ella de manera responsable, y el después, donde encontramos la escena anterior alterada por una acción humana negativa, egoísta e interesada, donde muchas veces no se contenta con despojar a lo natural de su vitalidad, sino que incluso esto significa un desperdicio al ni siquiera aprovechar correctamente los recursos obtenidos.